La tecnología de la información está al alcance de todos y todas a nivel mundial, esto se hace evidente en el mundo empresarial pero, cada organización se diferencia de otra no por su tecnología sino por su capital humano; de allí que Chiavenato exprese que cada ser humano es un ser único con su historia y expectativas. Es importante mencionar que la motivación juega un papel primordial en el buen desempeño de las personas, al respecto Maslow señala que sí un individuo se siente motivado ejercerá mejor sus funciones y por lo tanto aumenta la eficacia empresarial. Los trabajadores al sentirse conformes con sí mismos serán mejores empleados. En este orden de ideas, se menciona que en la actualidad los trabajadores tienen sus expectativas acerca del trabajo a realizar y sí son motivados y valorados como capital humano indispensable la satisfacción personal será mayor y esto se evidenciara en su trabajo productivo. En toda organización la disciplina que persigue la satisfacción de los objetivos organizacionales dependerá del esfuerzo humano y este esfuerzo será mayor sí el capital humano se encuentra motivado y por lo tanto su capacidad intelectual y de adquisición de nuevos aprendizajes será mayor también. Es importante mencionar que el talento humano proporciona la chispa de la creatividad en cualquier organización, sin práctica ni capital humano eficiente es imposible que una organización funcione eficazmente. Al respecto Chiavenato destaca que la práctica, las destrezas y habilidades de cada individuo hace que se le valore como capital humano eficiente o no, lo cual implica que su desempeño sea mejor. En conclusión, los seres humanos hacen la diferencia en las empresas, son el motor que las impulsa y se debe potenciar las capacidades, habilidades y destrezas de cada persona para lograr un mejor desenvolvimiento, garantizando así la calidad y el éxito organizacional.
De acuerdo con Savage, (1991) los cuatro factores de creación de la riqueza en una economía han sido siempre la tierra, el trabajo, el capital y el conocimiento, pero la importancia relativa de cada uno de ellos ha variado considerablemente con el tiempo. Con respecto a esto Drucker, (1995) señaló: “El verdadero recurso dominante y factor de producción absolutamente decisivo no es ya ni la tierra, ni el capital, ni el trabajo; es el conocimiento”. Por eso la influencia de factores tales como la satisfacción del personal, las competencias de las personas, el liderazgo, el trabajo en equipo, la capacidad de innovación, la cultura organizacional, la filosofía del negocio, la imagen de las empresas, el proceso de planeación estratégica, la estructura de la organización y el clima laboral hacen que los mecanismos de transmisión de conocimientos se conviertan en elementos decisivos en el proceso de perfeccionamiento y dominio del mercado. Walter Wriston, en su influyente libro The Twilight of Sovereignty, escribe: “En efecto, la nueva fuente de riqueza no es material; es la información, el conocimiento aplicado al trabajo para crear valor”.
Elaborado por Elisa Pacheco
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