sábado, 12 de noviembre de 2011

EDUCACION Y PRODUCTIVIDAD















Autor: prof. Miguel Zambrano
















Las innovaciones tecnológicas cada día van en ascenso, la globalización en creciente expansión, el incremento de la información, los medios de comunicación, la evolución de los conocimientos, la ciencia, nuevos paradigmas, nuevas corrientes filosóficas; son  indicadores que muestran el auge de la interconectividad humana y por tanto la consolidación de la aldea ­­global (término acuñado por  el teórico canadiense Marshall McLuhan).   Por consiguiente el constante   progreso de la humanidad, tiende a ir cerrando los tipos de brechas que persisten en la sociedad global, tales como la digital, de conocimiento, analfabetismo, distanciamiento entre las naciones, la economía, entre otras cosas.
No obstante, en el mundo reinan actitudes de mezquindad y egoísmo, que son uno de tantos obstáculos que impiden  emprender en la realización de estrategias que permitan reducir o minimizar, los distintos elementos que mantienen la existencia de la desigualdad de la población, en la distribución de las riquezas. Sin embargo, se  sugiere atacar este problema desde otro punto de vista, que quizás pudiera ser la fórmula para los políticos y que se debe  considerar para  la solución de este contraste en la que está inmerso el mundo. Por  ejemplo; que los políticos apliquen planes  estratégico  para potenciar los sectores productivo de la economía  y atender los problemas sociales del pueblo; que se promueva el campo científico; que se aplique planes  educativos eficientes, de vanguardia, competitivo con las mejores educación del mundo, donde permanentemente evalué y supervise la productividad del proceso de principio a fin,   de manera que entre otras cosas, reduzca a cero la deserción y la exclusión. Y en el área laboral, las  reglas deben ser  claras,  para que tiendan a fomentar y  generar  oportunidades y ascenso del talento humano de acuerdo a los principios de la  meritocracia y en consonancia con el  desempeño, rendimiento  y la productividad del trabajador.
Desde esta panorámica, la educación, enmarcada rígidamente con principios de eficiencia y alto rendimiento en el desempeño, es el factor que puede contribuir a encaminarse hacia el desarrollo de la sociedad, conjuntamente con el resto de los sectores productivos.
Para llegar a este escenario se requiere desarrollar permanentemente  planes educativos, de capacitación y entrenamiento que estimule el talento humano a sentirse consustanciado con los objetivos de la organización, de modo que teniendo al frente de la institución un líder  proactivo, sin menoscabar al líder reactivo, cree un ambiente de satisfacción colectiva de su talento humano, por el excelente proceso marqueting  generado no solo para la organización, sino también para la satisfacción del cliente y por el éxito de la labor cumplida en la organización. Es evidente entonces que este tipo de condiciones arroja excelentes resultados que se traduce en actitudes y aptitudes del talento humano de forma recíproca con el resto de los integrantes de la organización. Estas satisfacciones implican laborar en un ambiente de cordialidad, de identificación y con sentido de pertenencia hacia  la organización.
En consecuencia, la organización debe prever en su planificación, la aplicación de inversiones de recursos para la realización de programas de educación y capacitación del talento humano, a fin de que siempre pueda prevenir, cualquiera sea el problema que tenga que afrontar,  con la   Implementación de nuevas estrategias cuando el desempeño de la organización se vea amenazado por agentes internos y externos. Y así de esta manera garantizar el funcionamiento eficiente de la organización.



No hay comentarios:

Publicar un comentario